Una audiometría es una prueba subjetiva que evalúa la audición de las personas. Debe realizarse por un especialista y es necesario un equipo específico: un audiómetro, una cabina o sala insonorizada (una u otra no deben sobrepasar los 30-40 dB en su interior en silencio) y unos auriculares especiales para evaluar la vía aérea y otros para la vía ósea.
La diferencia entre ambas vías es que, en la vía ósea, el sonido llega al oído interno gracias a un vibrador colocado sobre la mastoides. Esto produce una vibración del hueso temporal que facilitará la transmisión del sonido hasta la cóclea y las vías auditivas. Sin embargo, en la vía aérea, se utilizan unos auriculares TDH 39 (parecidos a unos auriculares grandes normales), por lo que el sonido debe primeramente viajar por vía aérea hasta alcanzar el tímpano y, una vez aquí, desplazarse por la cadena de huesecillos hasta la cóclea y vías auditivas. Puedes recordar las partes del oído en este post.
Una vez tengamos los resultados, obtendremos los umbrales auditivos; es decir, la mínima intensidad a la que podemos escuchar un sonido de una determinada frecuencia. Y, una vez aquí podremos saber si nuestra audición es normal o si por el contrario tenemos una hipoacusia (una pérdida auditiva).
Hacer una audiometría es relativamente sencillo. El examinador nos dará las instrucciones e irá anotando los resultados en una gráfica como la siguiente:
Como veis, en el eje de abscisas (horizontal) quedan dispuestas las frecuencias a evaluar (en Hz) y en el eje de ordenadas (vertical) la intensidad sonora (en dB). Las frecuencias van de grave a agudo (de izquierda a derecha, en orden) y la intensidad de menos a más (de arriba a abajo). Para anotar los resultados usaremos la siguiente simbología:
Al final obtendremos una gráfica donde quede representada la vía aérea y ósea de cada oído. Es decir, obtendremos dos líneas por cada oído, que podrán estar juntas o separadas. Es importante destacar que la vía ósea siempre estará por encima o al nivel de la vía aérea. Es imposible oír peor por vía ósea que por vía aérea, pues no puede entrar más sonido en la corteza cerebral que el que permite el oído interno.
Gracias a estas dos variables podremos clasificar la pérdida auditiva en grado (según vía aérea) y en tipo (según vía ósea).
- Según el grado (severidad de la pérdida auditiva):
Por cada oído, se pueden clasificar las hipoacusias en 4 grados distintos dependiendo de nuestros umbrales de audición encontrados por vía aérea: leve, moderada, severa y profunda.
- Según el tipo:
Podemos clasificar las hipoacusias en transmisivas/conductivas (afectación en oído externo y/o medio), neurosensoriales/perceptivas (afectación del oído interno) o mixtas. Para saber si nos encontramos ante unas u otras debemos ver la separación que hay entre vía aérea y ósea (gap) de un mismo oído. Estas son las posibilidades:
Hipoacusia de transmisión/ conducción: Vía ósea dentro de los valores normales y vía aérea descendida. Quedará un espacio o gap entre ambas de "x" dB, según sea su umbral auditivo por vía aérea.
Hipoacusia de percepción/neurosensorial: Ambas vías estudiadas estarán descendidas y sin apenas gap (10-15 dB de diferencia entre ambas como mucho)
Hipoacusia mixta: En ese caso, los umbrales de vía aérea y ósea estarán descendidos pero debe existir un gap superior a 15 dB entre ambas vías.
¿Y qué pasa si el paciente no responde al estímulo porque no lo oye a ninguna intensidad incluso con la máxima frecuencia? Bueno, pues eso se llama COFOSIS y consiste en la pérdida total de audición del paciente.
Para estos casos en los que el paciente no es capaz de oír el estímulo incluso con la máxima intensidad, usaremos los siguientes símbolos:
Y, aún así, es fácil encontrar las letras NR (No Responde) con el color correspondiente al oído explorado cuando esto ocurre (tanto para vía aérea como para vía ósea)
Sin embargo, si lo que tenemos es una pérdida total de audición para unas frecuencias y una hipoacusia severa o profunda (generalmente) en el resto de frecuencias, entonces diremos que el paciente tiene RESTOS AUDITIVOS. Es decir, el paciente puede escuchar algo aunque sea a una gran intensidad y solo de unas frecuencias.
En los próximos post hablaremos más sobre esto y los distintos tipos de pérdidas auditivas. ¡No te los pierdas!